Sal 18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Nada más difícil de enfrentar, que estar solo en una situación de peligro.
Tal vez usted ha enfrentado una situación difícil en su vida y se encontraba solo sola?
¿Es posible que lo fueran a robar y no había nadie cerca? O tal vez fue acusado y perseguido y no había nadie que le defendiera?
Pues así se sentía el rey David luego de ser amenazado de muerte y perseguido, pero Dios le libró de sus enemigos y lo detalla ampliamente en este salmo 18.
Los creyentes hijos de Dios tenemos ese privilegio que no tiene nadie más: No estamos solos, no estamos desamparados, no estamos a la deriva como náufragos, tenemos a un Dios vivo que ve por nosotros en todas las circunstancias.
Este debe ser un motivo de gratitud, pero de reconocimiento en los momentos difíciles de nuestra vida, porque tenemos la tendencia a luchar con nuestras propias armas y a defendernos nosotros mismos, pero si dejamos que sea Dios Quien lo haga, la victoria está asegurada.
Tristemente la religión le enseñó a sus fieles que Dios era un personaje siempre enojado listo para vengarse de quien pecara y no es así, Dios es un Dios de amor que vela por cada uno de nosotros, por más pequeños que sean los detalles, Dios está ahí para sus hijos.
Es importante recordar que en nuestra angustia al que debemos clamar es a Dios, a nadie más.
Es el Único que tiene el poder para librarnos.
Sus oídos están atentos a nuestras necesidades y desde el cielo Él responde.
Nunca una oración se queda sin respuesta.
Tal es la fuerza que nos da, y la confianza que adquirimos que el salmista expresó: Sal 18:29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
El que estaba en peligro, el que estaba escondido de temor, ahora con Dios se convierte en alguien que desbarata ejércitos y asalta muros.
Grande es nuestro Dios, vamos dígalo: Grande es nuestro Dios.
Por último vemos como la protección de Dios logra ponernos en un lugar alto, destacado por encima de quienes nos persiguen:
Sal 18:48 El que me libra de mis enemigos,
Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí;
No solo me libra, me protege, me da la fuerza, sino que me levanta por encima de mis enemigos.
La gente tiene muchos problemas, solo se necesita estar en orden con Dios, y Él se encarga de todas nuestras necesidades.
Vamos hoy a confiar mas y mas en nuestro Dios, El es lo suficientemente poderoso para ayudarnos, y cuando lo haga, no lo atribuya a la suerte, más bien declárelo para que otros también sean bendecidos con Su presencia.
Sal 18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre.
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