Título: No te dejaré.
Tema: Fe en Dios.
Texto: 2Re 2:1 Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.
2Re 2:2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el.
2Re 2:3 Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.
2Re 2:4 Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó.
Elias representa a Jesus en este pasaje. ¿Dejar al Señor? ¿Dejarlo ir así no más sin dársele nada? De ninguna manera, vive Dios que no te dejaré ir.
Las despedidas siempre son muy tristes. Nosotros como familia misionera hemos experimentado varias veces lo que significa cambiar de ciudad, de país, de comunidad, de colegio de los hijos, de iglesia, de pastores, para ir a hacer la obra misionera, y siempre sufrimos en las despedidas, porque causa dolor partir, o ver partir a personas con las que nos identificamos.
Eliseo tiene esa angustia, se va su líder, la persona que lo llamó al ministerio, su mentor y maestro, sabe que se lo van a quitar en cualquier momento.
El Señor le dijo a sus discípulos: Muchos ya se han ido, ¿ustedes también se quieren ir? Pedro le respondió: Señor a dónde iremos, si tú tienes palabras de vida eterna.
Imaginemos por un momento que El Señor nos diga: Váyanse, no los quiero escuchar más, eso no va a pasar por supuesto, pero que nos dijera: No quiero saber más de ustedes.
¿A dónde iríamos? que sería de nosotros, no habría más madrugadas, se acabarían estos devocionales, no tendríamos a donde ir a arrepentirnos, dejarias de oír su voz?
Creo entonces que los creyentes somos unos privilegiados, tenemos al Señor, tenemos La Palabra, El Espíritu Santo, el consejo diario, el consuelo diario, la dulce compañía, las promesas, estamos completos en Cristo Jesus.
Aprovechemos bien el tiempo, disfrutemos de la lectura bíblica, unámonos más como iglesia en un diálogo franco e interesado por los que sufren, solo así podremos continuar experimentando a Jesus en nuestros corazones.
Qué podemos aprender de esta lección:
Lealtad y compromiso:
Eliseo demuestra una gran lealtad y compromiso con Elías, su mentor. A pesar de que Elías le pide que se quede en Guilgal, Eliseo insiste en acompañarlo en su viaje. Esta actitud nos enseña la importancia de ser fieles a las personas que nos han guiado y apoyado, y de estar dispuestos a caminar con ellas en los momentos difíciles.
Obediencia a Dios:
Elías, como profeta, recibe instrucciones directas de Dios. Cuando le indica que vaya a Jericó, Elías obedeció sin dudarlo. Esta actitud nos recuerda la importancia de ser obedientes a la voluntad de Dios, incluso cuando no la entendemos completamente.
Confianza en Dios:
A lo largo del pasaje, tanto Elías como Eliseo demuestran una profunda confianza en Dios. Saben que Él los guía y los protege, incluso en los momentos de incertidumbre. Esta enseñanza nos invita a fortalecer nuestra propia fe en Dios y a confiar en sus planes para nuestras vidas.
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