Tema: Vida Cristiana.
Título: No le traigas tristeza al cielo.
Texto: Flp 4:2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.
Flp 4:3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Introducción: Algunas veces aparecen nombres en la Biblia muy llamativos, tal vez dejados con ese propósito para que recordemos bien de qué manera se les menciona.
Lamentablemente en esta ocasión a dos mujeres, Evodia y Síntique les dedica una parte de la carta, pero no es una felicitación por algo bueno que hayan hecho, más bien una llamada de atención por algo malo que vienen haciendo.
Personas bendecidas. El nombre de Evodia significa “viaje próspero o fragante”, y el nombre de Síntique “Afortunada”. Las dos son mujeres muy bendecidas.
Habiendo sido combatientes con Pablo por predicar la verdad, debieron pasar momentos muy difíciles, aprendieron que quien es llamado a predicar el evangelio
está marcado también para sufrir.
Ellas no eran personas inconversas que no sabían nada del Espíritu Santo, no eran unas mujeres paganas ignorantes, mas bien eran mujeres que habían dejado en alto una marca por entregar sus vidas al Señor y hacer lo que Él les mandó, predicar el evangelio, las buenas nuevas de salvación entre los perdidos.
Pablo refuerza que no se trataba de mujeres simples o ignorantes, sus nombres estaban inscritos, registrados en el libro de la vida.
Algo les pasó. Pero en el fragor de la batalla algo les pasó.
Es posible que con el afán de acompañar las grandes jornadas de oración, ayuno, visitando cada pueblo, cada punto de predicación, se hayan descuidado y hayan entrado los celos, la amargura, el malentendido, la ofensa, y cambiaron de parecer de un momento a otro.
Ya no se saludaban, ya no se miraban, ya no se hablaban, ya no andaban juntas, y esto era evidente en una comunidad tan pequeña, la iglesia estaba extrañada con su comportamiento, las dos estaban profundamente equivocadas al proceder de esa manera, pues no andaban en un mismo sentir.
El Ruego de Pablo. Pablo les ruega a las dos mujeres “Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor” (v.2). La palabra “ruego” significa mostrar, hacer un llamamiento, rogar, exhortar, enseñar, instruir.
Él les ruega a las dos mujeres, es una exhortación, pero a la vez un mandato, que sean de un mismo sentir.
¿Qué quiere decir que “sean de un mismo sentir”? Significa pensar objetivamente, o pensar con el mismo punto de vista.
En cuanto metemos nuestro personalismo en cualquier asunto, ya no estamos pensando objetivamente.
La Humildad. Se necesita ser humilde cuando se trata de dar testimonio del evangelio.
Por lo tanto, el apóstol exhorta a Evodia y a Síntique a que levanten la mirada y vean el sentir que tuvo Cristo cuando se humilló por nosotros, y que tengan ese mismo sentir, vestidas de humildad, considerando una a la otra como superior (Filipenses 2:2-4).
Tenemos que dejar a un lado nuestras diferencias y nuestro orgullo, nuestras opiniones personales, y ceder, por amor a la unidad de la iglesia.
Pocas veces cuando hay un conflicto con algún hermano pensamos así ¿cómo puedo yo buscar una solución al conflicto, que mejor sirva al crecimiento del evangelio?
El problema con ellas fue tan notorio, que llegó hasta los oídos de Pablo en la prisión, y el apóstol con el amor que lo caracteriza pero con la firmeza del Espíritu Santo, se tomó una línea para llamarles la atención y pedirles que se pongan de acuerdo.
Por causa del evangelio, por el testimonio de Cristo, por la autoridad perdida, por el Nombre del Señor, por ellas mismas.
Conclusión: El enojo, los desacuerdos, y no caminar en el mismo sentido unos con otros trae tristeza al cielo y consecuencias en la tierra.
Anda ponte de acuerdo con tu hermano, pídele perdón y perdona hasta 70 veces siete y entonces esa enfermedad que no se cura se irá el mismo día.
Ese negocio paralizado tanto tiempo se va a destrabar.
Recupera la alegría, pero haz lo que se te manda, se de un mismo sentir con tu hermano, caminemos en la misma dirección.
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