martes, 9 de abril de 2024

La Salvación y Vida Eterna

 Texto: 1Jn 5:11  Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12  El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.  


El viernes pasado, en la campaña evangelística, se nos acercó un joven de unos 30 años bien vestido, simpático de aspecto, pero estaba llorando.

Manifestó el deseo de quitarse la vida, debido a que todo le estaba saliendo mal. Lo habían despedido sin justa causa de todos sus trabajos, y había entrado en desesperación. 


Dios nos permitió explicarle con lujo de detalles el plan de Dios con los seres humanos, y la salvación por la fe, no por obras. 

Gracias a Dios comenzó a congregarse, y está bajo el cuidado de un pastor amigo.


En estos dos versículos, encontramos una verdad fundamental del cristianismo: La vida eterna. 

Esta vida no es simplemente una continuación de la existencia presente, sino una nueva vida en Cristo, llena de significado, paz y gozo.


La nueva vida en Cristo, producto de un arrepentimiento genuino y una fe que nos es dada al escuchar La Palabra, por lo que es La Palabra. 


 El versículo 11 nos dice que  "Dios nos ha dado vida eterna" . 

Es un regalo, no algo que podemos ganar o merecer y mucho menos ganarla por hacer obras como enseña la religión de Roma.


Dios, en su gran amor, nos ha dado la oportunidad de vivir para siempre con Él.

Y esto es debido a Su poder, que es inigualable. 


Si no fuera por el poder de Dios, todas las promesas serían solo frases, sus amenazas serían tenidas en poco, pero el poder de Dios le permite cabalgar sobre las nubes, emitir el trueno de su voz, que se escucha en mil colinas. Salmos 18: 13-15 

Dan 4:35  Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 


Quiero, se limpio le dijo al leproso y de inmediato fue sano. Sal fuera le dijo a Lázaro y de inmediato éste abandonó la tumba. 


También se nos dice que "esta vida está en su Hijo". 

La vida eterna solo se encuentra en Jesucristo. 

Él es la fuente de la vida y el único camino al Padre.


 El versículo 12 nos dice que "el que tiene al Hijo, tiene la vida". 

Tener al Hijo significa tener una relación personal con Jesucristo. 

Es haber tenido un encuentro personal con Dios.


Es creer en Él, seguirle y obedecerle. 

Los que tienen al Hijo tienen la seguridad de la vida eterna.


Pero la consecuencia de no tener al Hijo es grave.


El versículo 12 también nos dice que "el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida".

Esto es una advertencia seria. No tener al Hijo significa estar separados de Dios y de la vida eterna.


 Entonces acepte el regalo de la vida eterna:  Crea en Jesucristo y arrepiéntase de sus pecados.


Cultive una relación personal con Jesús: Lea la Biblia, ore, asista a la iglesia y obedezca sus enseñanzas.


Comparta la buena noticia de la vida eterna con otros:  Hágales saber que pueden tener vida eterna en Cristo.


La vida eterna es el regalo más grande que Dios puede darnos. 

Es una vida que comienza ahora y continúa para siempre. 

Si queremos tener esta vida, debemos tener al Hijo, Jesucristo.


¿Has aceptado el regalo de la vida eterna?

¿Cómo estás cultivando tu relación con Jesús?

¿Estás compartiendo la buena noticia de la vida eterna con otros?


 Oración: 


Padre celestial, te agradecemos por el regalo de la vida eterna en tu Hijo Jesucristo. 

Ayúdanos a tener una relación personal con Él y a vivir una vida que te glorifique. 

Permite que compartamos la buena noticia de la vida eterna con otros. 

En el nombre de Jesús, amén.


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