Dios dice en Las Sagradas Escrituras que nosotros generamos vida o muerte con lo que hablamos, esto lo hemos entendido bien claro y lo hemos experimentado en nuestro caminar.
Los días que vivimos son muy especiales, porque nunca antes la humanidad había sido encerrada en sus casas, ni siquiera cuando la guerra, pues cesaron todas las actividades comerciales, sociales, religiosas, artísticas, en fin, todo absolutamente cerró. Por eso digo que este tiempo es especial para gente especial.
Asistíamos a un servicio de ayuno en el año de 1999 en nuestra iglesia local,el predicador fue el reverendo Edwin Alvarez, un pastor de Panamá que es usado, muy usado en la profecía. Es que los cinco ministerios que Dios dejó para la edificación de la iglesia estarán vigentes hasta que Cristo la levante .(venga)
Bien, este pastor preguntó si alguien en el auditorio tenía una petición imposible de cumplir humanamente. Yo estaba trabajando de camarógrafo en la plataforma, y cuando el profeta pasó por mi lado, le dije: Hay muchos colombianos presos en Europa y yo quiero ir a atenderlos, pero no tengo ni los recursos ni nada, solo tengo el deseo.
El pastor Edwin oró por esa solicitud, y declaró palabras tan contundentes, tan precisas, que con el tiempo se cumplieron a cabalidad. Dijo que Dios iba a poner Su gracia ante embajadas, consulados y gobiernos,que pondría personas que no conocíamos pero que iban a ser patrocinadores de la obra que se iba a hacer,creo firmemente que Dios se lo tomó en serio, porque al año siguiente estábamos pisando territorio europeo con mi esposa y mis hijos.
Debo decir que ante la embajada de Holanda, nos fue advertido que no teníamos ninguna garantía de recibir unas visas. Entonces oré así: -Señor, si Tú no vas delante de nosotros, yo no quiero ir, pero si Tu lo haces, haremos lo que Tu nos digas, pero recuerda que nuestro corazón arde por las misiones. Heme aquí envíame a mí.
Nosotros habíamos recibido una invitación de un familiar para ir a Holanda, pero no teníamos, la documentación completa, no había plata en el banco, no había dinero para los pasajes. Creo que el cielo arregló todo y en pocos días llegamos a Europa.
Cuando nos presentamos a la iglesia, el pastor que nos recibió me dijo claramente que no había un espacio ministerial para nosotros, que no había manera de ayudarnos, y me dio una excusa que me quiero reservar. Cabizbajo, y muy preocupado me hice a un lado, pero allí había un hombre que estaba escuchando nuestra conversación y me dijo: Nosotros llevamos cinco años orando por un pastor que hable español y que visite las cárceles, lo invito a una reunión con las directivas de Misión Holanda, una ONG que en cabeza de un misionero holandés hacía esta labor con los hispanos.
Nos vinculamos con mi esposa de inmediato a este ministerio,un año más tarde a otra organización que atendía a las mujeres que habían ejercido la prostitución. Allí servimos por varios años, y la palabra que había sido dada en un sencillo ayuno, ahora se cumplía con creces.
La Palabra que sale de tu boca tiene gran poder, para dar vida o para dar muerte.
Hasta pronto.
Alonso.
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