jueves, 6 de junio de 2024

Devocional # 790



Heb 9:27  Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio, 

Heb 9:28  así también Cristo murió en sacrificio una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de muchas personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida. 


La muerte única de Cristo y nuestra esperanza en su venida


En el libro de Hebreos, el autor presenta un profundo análisis del significado y la importancia del sacrificio de Jesucristo. 

En estos versos, encontramos dos ideas centrales que resuenan con gran fuerza: la muerte única de Cristo y su promesa de regreso.


El autor comienza afirmando que, así como los hombres están destinados a morir una sola vez y luego enfrentar el juicio, Cristo también murió una sola vez, pero con un propósito radicalmente diferente: 


Así también Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchas personas  (Hebreos 9:28). 

La muerte de Cristo no fue un evento ordinario, sino un acto de sacrificio supremo, llevando sobre sí mismo la carga del pecado de toda la humanidad.


Esta muerte única tiene un carácter definitivo e irrevocable. 


El autor utiliza la palabra griega hapax para describir el sacrificio de Cristo, que significa "una vez por todas". 


Esto enfatiza la naturaleza completa y suficiente de la muerte de Jesús, eliminando la necesidad de cualquier otro sacrificio por el pecado. Ya usted y yo no podemos hacer más sacrificios por el pecado, ni ofrendas, ni dádivas, ni nada, ya El Señor cargó con nuestra culpa, por eso murió. Como pecador sin nunca, jamás haber experimentado absolutamente nada relacionado con el pecado, es la única Sangre autorizada para lavarnos.


A pesar de haber muerto una sola vez para quitar el pecado, el autor de Hebreos nos recuerda que Cristo volverá:


Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida,


Esta segunda venida no tiene como propósito lidiar con el pecado, ya que eso se logró en la cruz. 


En cambio, su regreso se enfoca en traer salvación a aquellos que han puesto su fe en él.


La promesa de la venida de Cristo es una fuente de esperanza para los creyentes. 


Significa que el sacrificio de Jesús no solo tiene un impacto presente, sino que también tiene un futuro glorioso. 


Su regreso marcará la culminación de la redención, estableciendo un nuevo cielo y una nueva tierra donde la justicia y la paz reinarán para siempre.


Conclusión: Las citas de Hebreos 9:27-28 nos presentan una imagen poderosa del sacrificio único de Cristo y su promesa de regreso. 

Su muerte en la cruz nos libera del peso del pecado, mientras que su venida futura nos llena de esperanza en la redención completa y la vida eterna. 

Al meditar en estas verdades, podemos profundizar nuestra fe en Jesucristo y vivir con la expectativa de su glorioso regreso.

Dios te bendiga. 


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