Gálatas 5:7 Ustedes iban por buen camino. ¿Quién les impidió obedecer a la verdad? 8 No fue cosa de Dios, que los ha llamado. 9 Se dice que “un poco de levadura hace que fermente toda la masa”
El dicho es que una manzana podrida daña todo el saco.
Un solo falso maestro puede pervertir una enseñanza.
A eso se refiere el término, un poco de levadura fermenta toda la masa.
La levadura es invisible, no se nota, cuando se mezcla con la harina, no cambia de color, no es de apariencia, pero en pocos minutos el olor y tamaño de la masa evidencia la contaminación.
Los gálatas iban bien, pero de repente alguien salió con el cuento que era necesario el rito de la circuncisión si querían agradar a Dios.
Pablo se llena de paciencia y les enseña que ningún rito, ninguna obra, ninguna ley puede estar por encima del señorío de Cristo.
Dios los hizo libres de cualquier maldición, especialmente la de la ley, para que ahora después de haber conocido la verdad vengan a poner por encima de Cristo un acto como el de la circuncisión.
Cualquier persona que pone una creencia, un rito, de por medio para salvación, queda completamente desligada de Cristo, y por tanto ha rechazado la gracia de Dios.
¿Vamos a separarnos de Cristo por poner nuestra confianza en el imperfecto ser humano?
¿Rechazamos la perfección de Cristo para confiar en otro imperfecto intermediario?
Cristo perfecto en todo, sin pecado, está por encima de cualquier jefe de la iglesia, de cualquier santo, de cualquier objeto, de cualquier rito.
Acepta la gracia de Dios, reconociendo que eres un pecador, y que solo la fe en Cristo es lo que te puede salvar.
El infierno espera por los que rechazan a Cristo y ponen su fe en sus propias justificaciones y obras, o a los que ponen de por medio seres humanos completamente imperfectos con el corazón inclinado al mal, como somos todos los hombres.
Como dice el Dr. Alducín, Santa Rita de Casia no te salva, o San Pascual Bailón, porque eran personas imperfectas, no así Jesús, quien es el único intermediario entre Dios y los hombres.
Acepta a Jesus como el Señor de tu vida y se salvo. Sin obras, sin ritos, sin otros mediadores. Y no dejes que la levadura se mezcle con la masa.
Dios te bendiga.
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