Viajando con mi esposa por las carreteras de Colombia, se nos vino un derrumbe de rocas de la montaña, y nuestro Volkswagen del 74 rugiendo todo lo que podía, salvó nuestras vidas, pues apenas alcanzamos a pasar.
Hoy me viene este pensamiento, que habíamos podido quedar sepultados allí, pero el salmo 46: 2 dice: Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida.
Es posible que algo se te esté derrumbando en estos días. Solo confía en Dios, Él todavía reina, y lo hará por los siglos de los siglos.
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