lunes, 21 de septiembre de 2020

 Hace unos años con mi esposa, hicimos un curso presencial de panadería y recibimos una certificación.

Hoy, hacemos nuestro propio pan, y algunos vecinos nos compran el producto.  

He oído de personas que han pasado muy aburridos la cuarentena porque no tienen nada para hacer.

Proverbios 10:4  dice: La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece. 

Es posible que no nos hagamos ricos vendiendo pan,  pero junto con otras actividades mantenemos la mente ocupada. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.