martes, 22 de septiembre de 2020

 Cuando se viaja en el transporte público, es inevitable escuchar conversaciones de otros pasajeros, y mucho más si el volumen de la charla es muy alto.

Uno de estos días, me tocó viajar con una señora que hablaba toda clase de tonterías y , sin pudor alguno manifestaba tener conocimiento de muchos temas, pero la verdad es que parecía todo lo contrario.

Pro 12:23  dice  que El hombre cuerdo encubre su saber; 

Más el corazón de los necios publica la necedad. 


Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón sean agradables a Ti, Señor.


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