martes, 18 de junio de 2024

Lejos de los impíos, cerca de los justos

 
Título: Lejos de los impíos, cerca de los justos 

Texto: Proverbios 15:29 "Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos".

Este versículo de La Biblia, encierra una profunda reflexión sobre la relación entre Dios y la humanidad. 

En este ensayo, exploraremos el significado de este versículo, examinando los conceptos de impiedad, justicia y oración, y cómo estos se relacionan con la cercanía o lejanía de Dios.

Alejado de los impíos:

La palabra "impío" en el hebreo original significa "malvado", "injusto" o "transgresor". 

Se refiere a aquellos que no siguen los caminos de Dios y viven de acuerdo a sus propios deseos, sin importar las normas morales o éticas. 

Según este versículo, Dios se distancia de este tipo de personas.


Esto no significa que Dios los odie o los condene a la destrucción eterna. 

Más bien, implica que su naturaleza santa y justa no puede coexistir con la maldad y la impiedad. 


Dios anhela que todos se vuelvan a Él y vivan una vida justa, pero respeta el libre albedrío o la libre decisión que el ser humano pueda tomar respecto a Él, cada individuo es completamente libre de decidir, si sigue al Señor o se aparta de Él. 


Cercano a los justos:

En contraste con los impíos, el versículo afirma que Dios escucha la oración de los justos. 


La palabra "justo" en hebreo significa "recto", "íntegro" o "piadoso". 


Se refiere a aquellos habiendo sido justificados por la muerte del Señor Jesús en la Cruz, determinan  seguir los mandamientos de Dios y vivir una vida de acuerdo a su voluntad.


Dios tiene una relación especial con los justos. 


Los considera sus hijos amados y se complace en escuchar sus oraciones. 


Cuando los justos claman a Dios en busca de ayuda, guía o consuelo, Él está atento a sus súplicas y responde con amor y misericordia.


La oración como puente:

La oración es el medio por el cual los justos pueden acercarse a Dios y experimentar su presencia en sus vidas. 


A través de la oración, expresamos nuestra fe, gratitud, arrepentimiento y peticiones a Dios. 


Es un acto de comunicación íntima que nos permite conectar con nuestro Creador a nivel personal.


Dios no está limitado por el tiempo o el espacio, por lo que puede escuchar las oraciones de todos los justos, sin importar dónde se encuentren o en qué circunstancias se hallen. 


Su amor y misericordia son infinitos, y siempre está dispuesto a responder a aquellos que lo buscan con sinceridad.


Implicaciones para nuestras vidas:

Este versículo de Proverbios nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios. 


¿Nos consideramos justos a los ojos de Dios? ¿Nos esforzamos por seguir sus mandamientos y vivir una vida de acuerdo a su voluntad? 


¿O nos alejamos de Él por nuestros pecados y transgresiones?


Si nos encontramos en la segunda categoría, el versículo nos ofrece esperanza. 

Dios está dispuesto a perdonar a aquellos que se arrepienten sinceramente de sus pecados y se vuelven a Él con un corazón nuevo.


A través de la fe en Jesucristo, podemos recibir el perdón de Dios y entrar en una relación personal con Él.


2Pe 3:9  El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.


Conclusión:

Proverbios 15:29 nos recuerda que Dios es un Dios santo y justo que se distancia de la impiedad, pero que se acerca con amor y misericordia a los justos. 


La oración es el puente que nos permite conectar con Dios y experimentar su presencia en nuestras vidas. 


Si nos esforzamos por vivir una vida justa y buscamos a Dios con sinceridad, podemos tener la seguridad de que Él está cerca de nosotros y escucha nuestras oraciones.


Y cuánto gozo hay, cuánta paz nos da saber que no estamos solos en esta lucha diaria contra los designios de la carne, el pecado y el mundo.

Dios está del lado de los que le aman, los que le temen y los que le obedecen. No así de los que por voluntad propia han decidido no creer, no santificarlo, no amarlo. 


Las grandes bendiciones están reservadas para la iglesia del Señor, las promesas, como el cielo, la vida eterna, el gozo eterno. 

Gracias Señor, porque hemos sido declarados justos por la sangre derramada en el madero, es el único medio para entrar a Tí, por medio del Cordero inmolado. 


Hoy hacemos memoria de tu vida sacrificada para que nosotros seamos santos.  

Feliz día para todos, Dios los bendiga. 

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